Soy un joven de la localidad de Alcorcón y estoy intentando (con todo el esfuerzo que supone) buscar un piso que me permita independizarme del domicilio de mis padres. Tengo 25 años, y mis ingresos (teniendo en cuenta la precariedad del empleo en nuestro país) no permiten, ni por asomo, comprar una de las miles de viviendas que se han construido últimamente en Alcorcón.Estas viviendas rondan, como mínimo, los 30 millones de pesetas (considerando un piso de unos cien metros cuadrados habitables), por lo que es prácticamente imposible hacer frente a una compra, por muy bien financiada que esté. Si pienso en comprar un piso de segunda mano, la cosa tampoco mejora, pues los precios oscilan alrededor de los 20 millones. Esta situación preocupante es producto del actual gobierno municipal del PP, que carece de una política en esta materia. Este equipo no ha sido capaz de plantear ningún plan que pueda dar a los jóvenes viviendas de calidad a un precio asequible. Incluso ha paralizado un plan de construcción de 7.000 viviendas a bajo precio que el anterior gobierno del PSOE planeaba construir.
Así pues, tendremos que seguir viviendo en casa de nuestros papás durante mucho tiempo, soportando a los que dicen que somos jóvenes sin un objetivo de futuro y que sólo pretendemos chupar del bote familiar durante el mayor tiempo posible.-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 29 de noviembre de 2000