Las vacas se han vuelto locas, y ahora los pollos amenazan con rebelarse. Dicen sus productores, reunidos en la Plataforma Avícola, que los precios están congelados desde 1986. Como protesta, irán a la huelga a partir del 14 de diciembre. En Vitoria, mientras, crece el consumo de pollo, vendido en establecimientos como el de la imagen.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 29 de noviembre de 2000