Euskal Herritarrok (EH) respondió ayer con contundencia a las críticas que recibió la víspera desde el PNV, que acusó de "fraude político" a la plataforma política liderada por Arnaldo Otegi. En un comunicado, el portavoz de EH, Joseba Permach, aseguró que "el PNV pretende constantemente engañar a la sociedad vasca, ocultando en todo momento su responsabilidad antes, mientras y después de la tregua [de ETA]". El portavoz de EH dejó claro cuál es una de las principales preocupaciones de la coalición radical: un eventual pacto entre peneuvistas y socialistas. "La dirección del PNV y su sucursal institucional en Gasteiz [el Ejecutivo vasco] se están dedicando un día sí y otro también a tejer un nuevo acuerdo con el PSOE que acarree un [Pacto de] Ajuria Enea bis en lo político y un acuerdo autonomista en lo institucional".Según el portavoz de la izquierda abertzale, el partido de Xabier Arzalluz "está resucitando las ansias de vivir cómodos en España". Lo que, a juicio de Permach, "va a acarrear precisamente todo lo contrario a un periodo de distensión, porque quien apuesta por las mismas viejas recetas obtiene los mismos viejos y desagradables resultados", es decir, más atentados y asesinatos. Permach destacó que la formación liderada por Arzalluz, a la que atribuyó una actitud "sumisa y cobarde", "adquirió unos compromisos que ha relegado por miserables intereses partidistas y de poder". Y añadió: "Esto tiene unas cuotas de responsabilidad en esta situación que no podemos obviar".
Iñaki Aldekoa, miembro de un sector crítico de EH, declaró a Radio Euskadi que "sin alto el fuego de ETA es imposible el diálogo". Aldekoa se mostró convencido de que el diálogo "se va a poner al final en marcha". Y juzgó muy negativo que esas conversaciones comiencen sin la presencia de EH. "Tenemos que pensar muy seriamente", dijo, "que es a nosotros a los que se nos está acabando el tiempo".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 30 de noviembre de 2000