La Junta ha iniciado los trámites para adecuar tres plantas de eliminación de residuos a las condiciones establecidas por la UE para destruir los despojos de reses sacrificadas con más de un año de edad. Desde el pasado 1 de octubre, los mataderos de la comunidad almacenan los materiales específicos de riesgo (cráneo, cerebro, médula espinal) de transmisión del mal de las vacas locas y los trasladan a incineradoras de Valencia y Castellón al no existir centros de estas características en la región. El consejero de Agricultura, Paulino Plata, indicó ayer que se prevé transformar los hornos crematorios en dos plantas de Sevilla y una de Granada para cumplir los requisitos comunitarios (incineración a más de 850 grados). El Ejecutivo autonómico levantó ayer la suspensión a uno de los tres mataderos malagueños paralizados por que incumplía la normativa de almacenamiento.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 1 de diciembre de 2000