El Camp Nou fue una fiesta cuatro minutos antes del inicio del derby catalán de fútbol, entre el Barcelona y el Espanyol. Los vídeomarcadores retransmitieron el final del partido entre Ferrero y Hewitt -con una pequeña interrupción que provocó la bronca de la grada- y los 70.000 espectadores ovacionaron y celebraron el triunfo del joven tenista español.-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 11 de diciembre de 2000