La jornada ha dejado a varios entrenadores al borde del precipicio. A Marcos Alonso, con la guillotina de Jesús Gil sobre el cuello desde hace tiempo, se han unido Miguel Rubio en el Lleida, Juan Señor en el Salamanca y Juanjo Enríquez en el Getafe. Por supuesto, también Ballesta en el Compostela, al que Caneda ha enviado varios mensajes en las últimas semanas, pero al que no acaba de destituir. El 5-2 de ayer en El Molinón confirma al conjunto gallego como el más goleado de Segunda, con 30 tantos en 16 partidos, y puede resultar definitivo para su técnico.Los dirigentes de los equipos con problemas quizá se animen observando el resultado del colista Universidad de Las Palmas, que en el debú de Carlos Aguiar en el banquillo arrancó un punto en el difícil campo de La Condomina, frente a un Murcia que no acaba de explotar. Ese empate, unido a los del Salamanca-Córdoba, Levante-Recreativo y Albacete-Betis permite acercarse a los puestos de ascenso al Jaén (que rompió su mala racha en Getafe) y al Sporting, que se dio una fiesta frente al Compostela. El Sevilla se ha quedado como única alternativa al Tenerife para el liderato, tras el difícil empate del conjunto canario el sábado en Ipurúa.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 11 de diciembre de 2000