En nuestras antípodas, la televisión está dando una vuelta de tuerca a los conceptos tipo Gran hermano. Lo que en Australia conocen como reality TV ha generado un programa, Popstars, que junta a simpáticos desconocidos para formar un grupo musical, al que las cámaras siguen durante diez semanas, mientras ensayan y graban su primer disco. Los vencedores, bautizados True Bliss, han alcanzado cierta popularidad, al igual que ha ocurrido en la vecina Nueva Zelanda, donde el grupito resultante se llamó Bardot; en ambos casos, al estilo de lo ocurrido con los participantes de Gran hermano, el éxito ha resultado ser fugaz y los guapos cantarines son objeto del ridículo general. Y eso que la idea no es allí nada nuevo: la televisión australiana ha sido el punto de partida para estrellas como Kylie Minogue o Jason Donovan, que se dieron a conocer a mediados de los ochenta en el culebrón Neighbours antes de entrar en un estudio de grabación.-DIEGO A. MANRIQUE,
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 13 de diciembre de 2000