El jugador brasileño del Deportivo Djalminha fue sancionado ayer con dos partidos tras ser expulsado el domingo en el partido con el Rayo Vallecano por insultar al árbitro. El club gallego, por otro lado, renovó ayer a otro brasileño, Mauro Silva, tres años más el contrato que finalizaba el próximo 30 de junio.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 13 de diciembre de 2000