Las demandas pendientes sobre votos por correo en Florida seguían siendo ayer las cartas de reserva de repúblicanos y demócratas. La que encerraba un potencial más explosivo estaba en manos de la Corte Suprema de Florida, pero quedó aparentemente desactivada cuando este tribunal decidió anoche dar por válidos los 25.000 sufragios cuya anulación pedían activistas demócratas. Su anulación iba a beneficiar a Al Gore. Por si acaso se reanuda el recuento manual, el partido republicano quiere asegurarse de que se van a contabilizar los votos por correo de militares en el exterior, tradicionalmente favorables a su candidato. Un dictamen judicial les ha allanado en parte el camino. El juez Lacey Collier de la ciudad de Pensacola ha fallado que se inluyan 337 papeletas recibidas fuera de plazo porque "están firmadas aunque no tienen matasellos". Los demócratas han apelado.El Supremo de Florida decidió anoche dar por válidos los 25.000 sufragios de los condados de Seminola y Martin, que ciudadanos demócratas querían anular por presuntas irregularidades atribuidas a los republicanos. "Aunque la Corte no condona las irregularidades, sin embargo no ha encontrado indicios de fraude o mala conducta, ni tampoco que haya afectado a la bondad de los votos", afirmó un portavoz del Supremo de Florida. Dos jueces de una corte inferior rechazaron la solicitud la semana pasada, afirmando que no se podía castigar a votantes inocentes por las irregularidades cometidas por las autoridades electorales.
Los querellantes de Seminola y Martin acusaban al partido republicano de alterar cerca de 3.000 solicitudes de votos por correo. Las solicitudes estaban originalmente desechadas por las juntas electorales y una vez que ellos las modificaron se mandaron a los votantes afiliados al partido republicano, gracias a cuyos votos George Bush logró una amplia ventaja sobre el demócrata, Gore.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 13 de diciembre de 2000