La vuelta a una enseñanza teórica, la gran disparidad en la concreción de los contenidos en las distintas asignaturas, la incorporación de la tecnología de la información de una forma puramente nominal y la falta de un criterio homogéneo de evaluación en todas las materias son algunas de las conclusiones de un informe realizado por el Gobierno vasco, según ha avanzado a EL PAÍS su viceconsejero de Educación, Alfonso Unceta.Cerca de una decena de técnicos de esta comunidad, expertos en cada una de las materias, han realizado el único estudio conocido de los cambios en los contenidos que el Ministerio de Educación introducirá en toda España con la aprobación de la reforma de los contenidos mínimos de la ESO y el bachillerato (los que establece el Gobierno para toda España, que representan el 55% en las comunidades con lengua propia y el 65%, en las que no la tienen). Los autores del informe coinciden en que "la propuesta adolece de una gran debilidad técnica" y en que hay "muchas incoherencias entre los contenidos y criterios de evaluación de cada una de las asignaturas, así como en los objetivos generales de cada etapa", explica Unceta.
Una de las principales conclusiones del informe señala: "Se recuperan enfoques, desde el punto de vista didáctico, centrados en el mero estudio y descripción formal del objeto de aprendizaje, como garantía suficiente para el uso y aplicación de lo aprendido". En este aspecto coinciden, por otra parte, los profesionales de la enseñanza de música y plástica que han analizado los cambios introducidos en sus materias tras anunciar el ministerio el recorte de una hora entre 1º y 2º de ESO en cada una de ellas. Estos colectivos, especialmente el de música, señalan que de los nuevos contenidos "se elimina la práctica introducida con la Ley Orgánica de Ordenación General del Sistema Educativo (LOGSE) en aproximadamente la mitad del currículo y se convierten estas materias de nuevo en teóricas e historicistas, volviendo a un modelo similar al de la Ley General de Educación (LGE) de 1970".
Aparte del análisis de los contenidos, el Gobierno vasco ya realizó hace unas semanas un análisis cuantitativo de la reforma de la secundaria. Concluía que, al comparar los temas y los epígrafes de cada materia reformada con los que están actualmente en vigor, se observa un incremento mínimo del 100% de nuevos contenidos en casi todas las asignaturas y que cuando se trata de materias a las que se disminuye el horario, como la música, ese aumento se dispara.
El estudio de contenidos de esta comunidad es el único de este tipo realizado hasta el momento, pero los responsables educativos de otras comunidades como Andalucía, Asturias y Castilla-La Mancha, y expertos en educación del PSOE y de los sindicatos CC OO y UGT han manifestado en las últimas semanas en diferentes encuentros que esta reforma supone "volver a un sistema de aprendizaje fundamentalmente teórico, que recupera un listado de contenidos pero no aporta soluciones a los problemas educativos".
El viceconsejero vasco Alfonso Unceta adelanta algunas de las conclusiones del estudio, que aún no ha sido presentado públicamente, de los contenidos de todas las materias:
- Hay una diversidad importante en la concreción de contenidos: unos currículos se especifican hasta un grado propio de una programación en el aula (como los de Historia del bachillerato) y otros pecan de excesiva generalidad (como los de Dibujo Artístico II).
- Algunos contenidos son los mismos que los de la LGE. Por ejemplo, los de Química de 2º de bachillerato son los del COU y los de Matemáticas de 1º y 2º de bachillerato, los del BUP y el COU.
- La incorporación de los contenidos relacionados con las tecnologías de la información y la comunicación, que no aparecían en detalle en el currículo de hace 10 años, es puramente nominal con un reflejo escaso en los temas.
- La estructura de los currículos de las diferentes áreas no sigue los mismos criterios. En lengua, por ejemplo, los criterios de evaluación se refieren a toda la secundaria; en ciencias sociales se presenta una compleja, variada (por curso para Geografía e Historia, por etapa para Geografía y comunes de etapa para las dos) y poco comprensible propuesta de evaluación, y en lengua extranjera se señalan estos criterios para cada bloque de contenidos de cada curso.
- No se solucionan las actuales deficiencias causadas por el excesivo número de áreas y de profesores que dan clase a un grupo de alumnos. Se plantea, por el contrario, una mayor diversificación que multiplica más aún las áreas.- Con la distribución de contenidos por cursos, los centros no pueden adaptar los temarios a su entorno
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 18 de diciembre de 2000