El colista de su grupo, el Ovarense portugués, que aún no sabe lo que es ganar un partido puso en serios aprietos a un Madrid que se pasó medio partido dormido (46-55) en el descano, y que despertó a tiempo para evitar lo que hubiera sido un desastre. Raúl López puso serio al conjunto blanco, que se vio sorprendido por un rival certero más allá de los 6,25 metros. Pero en los últimos partidos, el Madrid también anda afinado desde esa distancia, y sus 17 triples acabaron por ahogar al esforzado, y ayer inesperadamente acertado, Ovarense, al que derrotó por 116-94. En el Madrid destacaron, amén de Raúl López (24 puntos), Meek (20), Zidek (17) y Herreros (15). El Barcelona, por su parte, derrotó con comodidad al (96-84), mientras Estudiantes y Tau caían en Zadar (80-72) y Bolonia (76-73) respectivamente.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 21 de diciembre de 2000