Desde el día 11 hasta ayer, la Oficina de Extranjería de Almería ha entregado 13.575 números de cita previa a otros tantos inmigrantes que han acudido a la ciudad para tramitar su regularización. El director de la ONG Almería Acoge afirma que la llegada de indocumentados comenzó el 22 de noviembre y que al día siguiente informó a la subdelegación del Gobierno. Sin embargo, el subdelegado niega haber recibido el aviso.El alcalde de Almería, Santiago Martínez Cabrejas, calcula que en las calles de la ciudad hay todavía 3.000 inmigrantes a la intemperie y afirma que los servicios sociales del Ayuntamiento están desbordados. Precisó que hasta el momento han entregado 87 mantas, 679 bocadillos y cerca de un centenar de comidas. Los acampados reclaman una cédula de inscripción, en sustitución del pasaporte, que sólo se entrega a los apátridas, y un permiso de residencia por circunstancias excepcionales que se concede a refugiados políticos o en casos de carácter humanitario, como enfermedades o embarazos.
El misterio que rodea el origen de la avalancha de indocumentados en la ciudad sigue sin aclararse. El director de Almería Acoge, Juan Miralles, declaró a EL PAÍS que entre el 22 y el 23 de noviembre comenzaron a llegar a su sede inmigrantes, enviados por la Oficina de Extranjeros, para que les ayudasen a presentar solicitudes de permisos especiales. "Entonces", afirma, "telefoneamos a la subdelegación del Gobierno para preguntar si en la normativa había cambiado algo que explicara lo que estaba ocurriendo. Pero no obtuvimos respuesta hasta el día 30, y por parte del Ministerio del Interior". El subdelegado del Gobierno, Fernando Hermoso, negó a este periódico haber recibido el aviso: "Hasta el 5 de diciembre no nos dimos cuenta de que el número de solicitudes era anómalo", asegura.
Miralles reconoce que Almería Acoge preparó escritos para solicitar permisos excepcionales durante ocho días, desde el 22 hasta el 30 de noviembre, cuando Interior les comunicó que no había ningún proceso de documentación abierto. Estos escritos pudieron alimentar las esperanzas de los indocumentados, que acudieron en masa a la ciudad.
[Por otra parte, el Colegio de Abogados de Barcelona ha pedido al Defensor del Pueblo y a los grupos parlamentarios que interpongan recurso de inconstitucionalidad contra varios artículos de la nueva ley de Extranjería, informa Efe].
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 21 de diciembre de 2000