Al menos siete personas murieron y 18 resultaron heridas en dos atentados cometidos por bandas integristas armadas, el primero de ellos en la noche del martes al miércoles y el segundo ayer en la villa de Tairet. El primer atentado causó la muerte de una familia de cinco miembros en la localidad de Djendel, al sudoeste del país. Según algunos testigos, un grupo armado irrumpió en el interior del domicilio de la familia en medio de la noche y asesinó al padre, a la madre y a sus tres hijos, de 8, 15 y 20 años. Otros dos civiles encontraron la muerte y 17 más fueron heridos por la explosión de una bomba en la ciudad de Tiaret, al oeste del país, informaron fuentes de un diario local.
Desde el pasado sábado, los grupos integristas han masacrado a unas cien personas. El balance desde que empezó el mes del Ramadán, el 27 de noviembre, es aún más siniestro: cerca de 300 personas han muerto asesinadas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 21 de diciembre de 2000