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La cifra de presos quemados vivos en cárceles turcas se eleva a 17

Las fuerzas de seguridad turcas reanudaron ayer las operaciones para poner fin a la huelga de hambre de centenares de presos en dos cárceles, después de haber controlado el martes otras 18 prisiones. Fuerzas especiales de la policía rodearon a primera hora de la madrugada la cárcel de Umraniye, en Estambul, y atacaron con gases lacrimógenos la prisión de Canakkale, en el oeste de Turquía, donde aún seguían resistiendo los presos en huelga de hambre. En las operaciones murieron al menos 17 reclusos, la mayoría de ellos al prenderse fuego, y dos soldados que fueron abatidos a tiros por los reclusos.El fiscal jefe de Estambul, Ferzan Citici, dijo que los presos izquierdistas de la cárcel de Bayrampasa de Estambul, desde donde se coordinaba la huelga de hambre iniciada hace 62 días, han sido trasladados a la cárcel de alta seguridad de Edirne. Estos internos iniciaron la huelga para protestar contra el proyecto de trasladarlos a prisiones con celdas de sólo tres camas, que, según ellos, aumentaría su aislamiento y permitiría arbitrariedades por parte de sus guardianes.

El Ministerio del Interior precisó que en la operación policial fueron "rescatados" más de 800 reclusos en huelga de hambre, aunque la mayoría de los que fueron hospitalizados han rechazado cualquier tipo de asistencia médica. La Asociación de Defensa de los Derechos Humanos de Turquía denunció ayer que al menos 20 prisioneros fueron asesinados y otros 100 resultaron heridos en la operación.

Las protestas contra la muerte de presos en Turquía se han extendido por toda Europa. Una veintena de manifestantes kurdos se encerró ayer en la llamada Noria del Milenio de Londres y amenazaba con prenderse fuego.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 21 de diciembre de 2000