El agujero comercial de la economía andaluza es cada vez más grande. Según los últimos datos suministrados por el Instituto de Comercio Exterior (Icex), el saldo entre exportaciones e importaciones de bienes volvió a ser negativo en septiembre, ampliándose en 53.000 millones con relación a agosto; la balanza comercial acumulada en los primeros tres cuatrimestres muestra un resultado adverso de más de 278.000 millones de pesetas, cuando en ese mismo periodo, el año pasado, la economía regional reflejaba un superávit en sus relaciones exteriores de 54.965 millones. El valor de las exportaciones en los primeros nueve meses de 2000 creció moderadamente con relación al año pasado, pero las importaciones siguen incrementándose de modo espectacular: 1,4 billones hasta septiembre de este año por 952.504 millones en 1999; es decir, un 47% más. Por esta razón, mientras que el año pasado el valor de las exportaciones superaba en un 5% al de las importaciones, en los primeros tres cuatrimestres de 2000 está un 20% por debajo.
Andalucía había mantenido balanzas comerciales positivas o equilibradas en los últimos cuatro años, pero el alza del precio del petróleo llevará a un importante saldo negativo en 2000. El peso de los combustibles y lubricantes es innegable: en los primeros nueve meses la economía andaluza, que apenas consigue generar el 10% de la energía que consume, se gastó 711.000 millones en adquirir del exterior este tipo de productos, lo que supone cerca de la mitad del valor total de las importaciones.
Almería fue la única provincia que alcanzó un saldo más positivo que en 1999, dado el valor de las exportaciones de productos hortofrutícolas (un 20% del total), mientras que Cádiz y Huelva, habituales vías de importación de gas natural y petróleo, son las provincias que muestran cuentas más desequilibradas con déficits de 245.000 millones y 158.000 millones, respectivamente.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 24 de diciembre de 2000