Casi todos los regímenes políticos autoritarios acostumbran a utilizar los mismos mecanismos para mantenerse en el poder. Suelen controlar los medios de comunicación para limitar la libertad de expresión, tienen por costumbre poner límites a las libertades públicas en nombre de la seguridad nacional y del orden público y recelan de organizaciones sociales independientes como asociaciones y sindicatos.El hecho de no reconocer al inmigrante irregular los derechos de asociación, libre sindicación, reunión y huelga, como pretende el PP con la nueva Ley de Extranjería, debería llamarnos la atención dado el demostrado y profundo talante democrático del Gobierno actual.- . .
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 24 de diciembre de 2000