Más de 30.000 niños mexicanos son víctimas de explotación sexual y, en su mayoría, ejercen la prostitución en zonas turísticas, según un informe de la Fundación Nacional de Niños Robados y Desaparecidos. Según Guillermo Gutiérrez, presidente de la Fundación, cerca del 80% de las víctimas son niñas de entre 10 y 14 años.En muchas ocasiones, denunció Gutiérrez, las niñas son robadas en los estados más pobres del país y conducidas a los puertos turísticos para ejercer la prostitución. Sin embargo, según sus datos, la demanda de extranjeros representa únicamente entre el 2% y el 5% de la clientela. Las cifras se disparan si se suma el número de menores secuestrados para ser explotados sexualmente en el extranjero, lamentó el activista. Sólo en los últimos tres años, dijo, la Fundación ha recibido denuncias sobre más de mil niños robados, de edades comprendidas entre los 7 y los 14 años, y generalmente procedentes de los estados de Oaxaca, Chiapas (sur de México), y Chihuahua (norte del país).
Las cifras de la Fundación difieren de las reflejadas en el último informe del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), Infancia robada, que reduce a 16.000 el número de menores explotados sexualmente en el país.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 24 de diciembre de 2000