La Empresa Nacional de Residuos (Enresa) ha concluido el desmantelamiento de las zonas contaminadas de la central nuclear Vandellós I. En este año se iniciará la construcción del edificio que protegerá el reactor durante los 25 años de latencia de la actividad radiactiva. El director de la operación, José Ramón Armada, ha declarado que preservará de la lluvia y la corrosión al cajón del reactor.
Otro de los trabajos por ejecutar este año será el desmantelamiento de edificios auxiliares para dejar limpia la superficie de la nuclear en el periodo de latencia, que empezará a finales del 2002. Hasta ahora se han desmantelado 4.492.230 kilos de materiales inclasificables en zonas activas y 4.724.780 de materiales convencionales, en una tarea en la que trabajan 310 personas y participan 21 empresas.
La empresa Hifrensa (Hispano Francesa de Energía Nuclear, SA), dueña de la central que transfirió la propiedad a Enresa, está negociando la prejubilación de la plantilla. En Vandellós I sólo quedará un equipo de 10 personas para vigilar el periodo de latencia del reactor. En 2027 dará comienzo la última fase de desmantelamiento y la liberación total de las instalaciones nucleares. El desmantelamiento de Vandellós I y la preparación para la latencia del reactor supone un coste de 15.000 millones de pesetas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 3 de enero de 2001