Miles de neumáticos depositados en un vertedero ilegal de un polígono de Aldaia (Valencia) comenzaron a arder a las cuatro de la tarde de ayer. La espectacular columna de humo dejó a la población oculta entre la humareda. El Ayuntamiento, tras la recomendación del Centro de Emergencias, emitió un bando pidiendo a los vecinos el cierre de puertas y ventanas para evitar la inhalación, aunque se aseguró que el humo no era tóxico. Al lugar, acordonado para evitar que el fuego, al parecer provocado, afectara a empresas próximas, se desplazaron diez camiones de bomberos, diez palas, una ambulancia y un avión Air Tractor. Las labores de extinción continuaron durante la noche.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 4 de enero de 2001