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Crítica:Dieciseisavos de final de la Copa del Rey | FÚTBOL

La Copa regala otra jornada apasionante

El formato del partido único se cobra en sus dos eliminatorias a doce equipos de la Primera División

La Copa del Rey vive de nuevo. El partido único la ha resucitado. Emociones fuertes, incertidumbre a raudales, un puñado de sorpresas... Y sobre todas las cosas, un partido inolvidable: el Guadix-Valencia, una grandiosa locura de fútbol para la posteridad. Después de 120 minutos de juego, de ocho goles, de un marcador frenético (3-0, 4-2, 4-4), de una tanda de 12 penaltis, el colista del grupo IV de la Segunda B dio con los huesos del líder de la Primera en el suelo, lo mandó fuera de la Copa. Lo mismo le sucedió a otros cinco primeras, que también quedaron eliminados: Deportivo (perdió 3-2 ante el Tenerife), Las Palmas (2-1, frente al Torrelavega), Valladolid (2-1, contra el Extremadura), Numancia (2-0, ante el Leganés) y Osasuna (3-1, contra el Atlético). Todo eso dejó la jornada de ayer, una trepidante ronda de dieciseisavos de final que encumbró el experimento del nuevo formato. Las dos rondas disputadas a partido único en campo del equipo de menor categoría se han devorado a doce equipos de Primera. Sólo el 40% de los representantes de la máxima categoría estarán mañana en el bombo de los octavos de final, que ya se jugarán a doble partido. Si de lo que se trataba era de vivir emociones fuertes, la experiencia del partido único ha sido todo un éxito.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 4 de enero de 2001