El Gobierno vasco anunció ayer que el lunes comenzarán a aplicarse los test rápidos para la detección del mal de las vacas locas a todas las reses de más de 30 meses, en cumplimiento de la normativa europea que entró en vigor anteayer. Los mataderos vascos no sacrificarán ningún animal que supere esa edad.
El director de Industria Agroalimentaria, Asier Albizu, dio cuenta de la adquisición a Francia de 2.400 de estos test, ante el retraso de las pruebas suizas que subvenciona el Ministerio de Agricultura y que deberían haber llegado el 22 de diciembre. Los gobiernos de los Quince están desde anteayer obligados a aplicar la normativa aprobada por el Consejo de Ministros de la UE el 4 de diciembre, que impone esta prueba, consistente en el análisis de una membrana del encéfalo de los animales antes de su salida al mercado.
Los mataderos acoplarán su ritmo en el sacrificio de reses -entre 120 y 150 diarias- al de los laboratorios en la realización de los análisis. 'Toda la carne sacrificada cumplirá al cien por cien el mandato europeo de pasar estas pruebas', dijo Albizu, quien aseguró que en Euskadi no hay ningún problema de infraestructuras para aplicar la nueva medida.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 4 de enero de 2001