Cinco proyectiles de mortero fueron disparados ayer contra el cuartel general de los Guardianes de la Revolución (Pasdaran, las fuerzas de seguridad) al norte de la capital iraní. El ataque, que ha sido reivindicado por el grupo ilegal de oposición Muyahidin del Pueblo, erró el objetivo y los obuses cayeron en el parque de Mellat, un complejo deportivo próximo a los cuarteles. Según la agencia oficial de noticias iraní Irna, el atentado no ha producido víctimas.
En cambio, un comunicado enviado por fax a la delegación de France Presse en la capital de Chipre por los muyahidin señala que el bombardeo había afectado al cuartel y a la residencia de su comandante en jefe, Mohammad Baqar Qalibaf, y que había varios oficiales y soldados muertos o heridos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 8 de enero de 2001