La Audiencia Provincial de Toledo ha condenado a un año de prisión y ocho de inhabilitación absoluta a tres funcionarios (cuyos nombres corresponden a las iniciales D. C. P., A. J. B. y J. E. F.) de la prisión de Ocaña I (Toledo) por un delito de torturas al propinar una paliza en julio de 1997 a un sacerdote que cumplía condena por corrupción de menores. Además, la sentencia establece para los tres funcionarios el pago de una indemnización de 70.000 pesetas, y para dos de ellos, el pago de una multa de 150.000 pesetas por un delito de lesiones.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 9 de enero de 2001