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SEGURIDAD ALIMENTARIA

Los vecinos frenan la nueva incineradora de la Xunta

Santiago de Compostela

La Xunta de Galicia sufrió ayer un nuevo revés para poner en marcha un plan eficaz de prevención del mal de las vacas locas. El Gobierno gallego tendrá que buscarse una nueva ubicación para construir una planta donde incinerar las reses muertas, después de que el Ayuntamiento de Touro (A Coruña), ante las presiones de los vecinos, diese marcha atrás en su oferta de terrenos para acoger el nuevo crematorio.

El municipio de Touro había acudido la semana pasada en auxilio del Gobierno gallego, desbordado por los acontecimientos tras descubrirse que había enterrado casi 300 reses muertas en una mina abandonada de Mesía (A Coruña) ante la falta de medios para cumplir las normas comunitarias sobre incineración.Pero ayer el alcalde de Touro, Ignacio Codesido anunció que su decisión fue 'precipitada' y que retiraba la oferta.

El municipio de Antas de Ulla (Lugo) se ofreció ayer para albergar una incineradora de reses.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 9 de enero de 2001