La primera imagen ya es Chillida para señalar el 'espacio fantástico' de Zabalaga, un bosque de Hernani cercano a San Sebastián que desde septiembre funciona como Chillida Leku, un museo con las grandes esculturas al aire libre y un conjunto de piezas significativas de toda la trayectoria del artista.
El documental Zabalaga, el jardín del genio (Canal +, hoy, a las 18.32), una producción de Balenko para ETB, con dirección de Karmelo Vivanco, se emite en el 77º cumpleaños del escultor y se plantea como una sucesión de espacios, desde los jardines, el caserío -que se ha dejado restaurar a lo largo de 20 años- y el interior de las piezas.
El espacio, el límite, la energía, el hierro, el fuego, la naturaleza, los vacíos... Chillida habla de su sistema artístico, desde los comienzos hasta la consagración internacional, con la humildad del artista auténtico, con la vitalidad de otros encuentros con la cámara, anteriores al silencio de estos últimos años. Junto al artista, la familia, Pili Belzunce, esposa (la economía), la difusión (Maeght), el trabajo (herreros, ceramistas, ayudantes de taller), los expertos (arquitecto Peña Ganchegui, Messer y Bussman, de museos; Schmalenbach), y los que han visto nacer de nuevo el caserío del siglo XVI, el jardinero Goikoetxea y el arquitecto Montero.
Una estética de Internet ocupa la pantalla durante todo el reportaje, con personajes y vistas de las esculturas rodeadas de ventanas que envían más información al espectador o perfiles de grabados que identifican el sello Chillida. La cámara ve Zabalaga desde lo alto, pero el artista mira el espacio y el lugar.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 10 de enero de 2001