Tras reunirse ayer con los consejeros autonómicos de Agricultura, el ministro del ramo, Miguel Arias Cañete, dio cuenta de las nuevas medidas contra el mal de las vacas locas. Entre ellas figura la posibilidad de que entren en funcionamiento incineradoras móviles, a partir de la próxima semana, para facilitar la eliminación de los residuos de riesgo y de las harinas animales en las comunidades donde existen dificultades para ello. Arias Cañete añadió que en los próximos días el Gobierno podría aprobar una orden ministerial para permitir, excepcionalmente, el enterramiento de los cadáveres de reses en las explotaciones siempre que se evite la propagación de la enfermedad.
El ministro señaló que a final de mes volverá a revisarse con las comunidades autónomas el funcionamiento del plan contra las vacas locas y confió en que lo firmarán todas. Por otra parte, añadió que esta misma semana el ministerio suscribirá el acuerdo con las cementeras para que incineren en sus hornos buena parte de las harinas animales.
Arias Cañete aseguró que en el próximo consejo de Ministros de la UE pedirá más dinero para sufragar la intervención pública de carne. Por otra parte, responsables de Sanidad, Agricultura y comunidades autónomas estudiarán hoy el nuevo certificado preceptivo para sacrificar las reses.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 10 de enero de 2001