El consejero de Economía y Hacienda, Vicente Rambla se refirió ayer, durante la presentación de los datos del paro del año 2000, a la legalización de inmigrantes y a las negociaciónes de fusión por absorción de Caja Carlet.
En relación al primer tema, Rambla defendió que el Gobierno español está haciendo un esfuerzo para 'tratar de legalizar' al mayor número de inmigrantes y solucionar las necesidades de mano de obra. Uno esfuerzo, explicó, al que se unen las distintas delegaciones del Gobierno que 'buscan fórmular adicionales' para legalizar la situación de los inmigrantes.
El consejero subrayó que el año pasado fue el de 'la incorporación masiva' de inmigrantes a una situación regularizada. Aún así, Rambla admitió que hay muchos trabajadores extranjeros en situación irregular y apostó por buscar una fórmula adecuada que dé respuesta a la demanda de mano de obra de los empresarios y a la realidad social que supone la llegada masiva de estos trabajadores.
En relación con Caja Carlet, el titular de Economía destacó 'el buen criterio' de la dirección de la entidad al decidir negociar su integración en otra caja de mayor tamaño. El proceso de globalización de la economía, explicó, ha acarreado 'algunas dificultades' a Caja Carlet, que 'en ningún caso ponen en peligro su viabilidad, el futuro del empleo en la caja ni de sus actividades'.
Rambla evitó precisar el nombre de Bancaixa al referirse al proceso de negociación. El consejero insistió en que, si bien la Generalitat se mantiene 'al margen de las negociaciones', 'trabaja a la sombra' , mediando para que el proceso garantice los puestos de trabajo, las condiciones de los impositores y los beneficios que la Obra Benéfico Social tiene en la comarca.
Rambla también aseguró que los trabajadores de la entidad entienden y 'no ven mal' este proceso, siempre que se respeten sus empleos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 11 de enero de 2001