El presidente de México, Vicente Fox, con la premisa de que 'hablará con hechos y no con discursos' en su política de paz, ha hecho un nuevo movimiento estratégico en la partida que disputa desde la víspera del 1 de diciembre con el líder de la guerrilla zapatista, el subcomandante Marcos. Fox, que desde que asumió la presidencia mantiene un diálogo indirecto con Marcos, ordenó anoche el retiro en Chiapas de la base militar de operaciones de Cuxuljá, localizada entre los municipios de Ocosingo y Altamirano. Días antes había ordenado la retirada de otros dos cuarteles, de los siete que exige Marcos. Además ha puesto en libertad a 17 del centenar de zapatistas encarcelados.
De esa manera el presidente respondió al anuncio que hizo Marcos el fin de semana de que emprenderá, junto a sus 23 comandantes, una ruidosa caravana, 'con pasamontañas', que comenzará el 25 de febrero en Chiapas y deberá concluir el 6 de marzo en Ciudad de México. El subcomandante, avezado estratega de la publicidad que desde que lideró el levantamiento zapatista en enero de 1994 ha disparado más comunicados que balas, puso en aprietos al Gobierno al anunciar que recorrerá 10 Estados, por tierra, con bombos y platillos, aceptando la invitación de visitar la capital.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 11 de enero de 2001