España mostró riqueza de recursos en el primer partido oficial del seleccionador Carlos Argilés. Los noruegos, que perdieron por 29-22, fueron testigos y víctimas del virtuosismo de Duishebáiev, y se estrellaron contra dos porteros de alcurnia, Barrufet y Hombrados. Era la jornada inaugural del Torneo Internacional de España, y a los anfitriones se les vio muy motivados, especialmente en la retaguardia: '¡Da gusto veros trabajar en defensa!', gritó Argilés.
A las bajas del retirado Urdangarín y el lesionado Guijosa, se unió la de Carlos Ortega, quien estará curado para el Mundial de Francia, dentro de diez días. Aunque hacer olvidar a Guijosa es poco menos que imposible, el debutante Davis (Valladolid) casi lo consiguió; y Hernández estuvo bien en el otro extremo. España agradó, con muchas rotaciones. El único que no saltó a la cancha fue Entrerríos, quien lo hará hoy frente a Islandia (16.30, la 2).
Argilés quitó importancia a los errores de la primera línea: 'Es mejor que los lanzamientos salgan mal en el primer partido. Los jugadores que han fallado pensarán en ello esta noche, y seguro que lo harán mejor mañana'.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 13 de enero de 2001