Durante dos horas, la noche del pasado día 5 de enero, millones de españoles pudieron contemplar, a través de TVE-1, la retransmisión de la cabalgata de Reyes organizada por el Ayuntamiento de Madrid. Un ejemplo de desorganización, aburrida y decepcionante. En los 120 minutos que duró la retransmisión, el rey Baltasar no dejó de mascar chicle de forma ostentosa, así como cruzar groseramente las piernas y rascarse los pies. Por si fuera poco, este caballero llevaba la cara mal pintada de negro, ofreciendo una imagen grotesca. Resulta increíble que en el año 2001 haya que malpintar a un blanco de negro. ¿Acaso no hay en todo Madrid un señor de color con mejores modales que el grosero rey Baltasar mascador de chicle? La actuación del rey Melchor en la plaza Mayor fue memorable, sobre todo cuando habló a los niños del terrorismo. ¿Dónde está el sentido común? Señor Álvarez del Manzano: su cabalgata ha sido ridícula e indignante. Ha convertido usted a Madrid en escaparate del mal gusto y la chabacanería. Somos muchos los madrileños que nos sentimos avergonzados.-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 14 de enero de 2001