El día pasado 27 de diciembre, estando de vacaciones en Madrid en casa de una de mis hermanas, mi madre se indispuso y falleció; mi padre, que estaba solo con ella y que es una persona mayor, buscó auxilio en la calle.
Alguien que pasaba por ahí o algún vecino que escuchó su llamada de auxilio, llamó a los bomberos. Llegaron de inmediato e intentaron reanimar a mi madre y asistir a mi padre.
Lamentablemente mi madre ya había muerto, pero escribo esta carta pues quiero agradecer sus desvelos a todo el cuerpo de bomberos, así como al personal de la Comisaría de Puente de Vallecas que acompañaron a mi padre en todo momento hasta que pudimos reunirnos con él.
Vaya también un agradecimiento para los integrantes del Coro de RTVE (coro que integra mi hermana ) y que, sabiendo tan triste noticia, despidieron a mi madre con un minuto de silencio en el concierto de esa noche en el Auditorio Nacional.
En nombre de mi padre, mis hermanos y en el de toda nuestra familia, muchas gracias a todos por habernos brindado un hombro que nos cobijara en ese momento de tantísimo dolor.-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 15 de enero de 2001