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LA CRISIS DE LAS 'VACAS LOCAS'

El Reino Unido ordena aumentar las pruebas en la leche

Londres / Viena

El Gobierno británico ordenó ayer la realización de un mayor número de test en la leche de vaca, para establecer si los consumidores del Reino Unido están amenzados de infección de la enfermedad de las vacas locas, anunció la Agencia de Control Alimentario. Las pruebas comenzarán a practicarse en las próximas semanas por los laboratorios centrales.

Las última pruebas realizadas demostraron que la encefalopatía espongiforme bovina (EEB) no podía ser transmitida a los humanos a través de la ingesta de leche de vaca. La duración de la investigación será de tres años, plazo estimado para que se manifiesten los primeros síntomas de la enfermedad.

El Reino Unido es el país donde la incidencia de la epidemia es mayor. Más de 60 fallecimientos se han imputado oficialmente a la variante humana del mal de las vacas locas, la enfermedad de Creutzfeld-Jakob.

Primer caso en Austria

El ministro de Protección al Consumidor, Herbert Haupt, subrayó que la sospecha 'aún no es la gran catástrofe'. Si las pruebas confirman que se trata de un caso de vacas locas, los austriacos deben averiguar cómo se infectó el animal, dado que en la república alpina están prohibidas las harinas cárnicas para rumiantes desde 1990.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 15 de enero de 2001