Los Knicks de Nueva York apabullaron a los San Antonio Spurs (104-82), pero la noticia estuvo en el intento de agresión de Marcus Camby sobre Danny Ferry, quien en un rebote le había lastimado. Jeff Van Gundy, técnico de los Knicks, intento mediar en la pelea y se llevó un golpe de su propio jugador, Camby, que le provocó una espectacular herida en el rostro.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 16 de enero de 2001