El sindicato mayoritario de la Ertzaintza, Erne, sufrió ayer la acción de los violentos. Un artefacto de escasa potencia hizo explosión en su sede de Bilbao aunque no hubo heridos ni daños materiales significativos. Un abogado del sindicato vio el paquete segundos antes de la explosión y se refugió rápidamente en las oficinas, lo que 'evitó la catástrofe que se podía haber generado con el artefacto que habían colocado', dijo ayer el secretario general de Erne, Iñaki Castro.
La explosión se produjo sobre las 14.10 horas, en el momento en que estaba reunida la junta directiva del sindicato policial. Había una docena de personas pero la puerta blindada de la sede evitó daños importantes.
El artefacto estaba compuesto por un cohete pirotécnico, una botella de gasolina y un spray con mecha, todo ello oculto en una caja de cartón. Su ubicación fue también medida, al colocarse antes del rellano del piso que ocupa Erne, fuera del ángulo de visión del circuito de televisión instalado en la entrada a la sede. 'Si esta gente nos intenta callar, van dados', señadó el portavoz de Erne, Teo Santos.
El consejero vasco de Interior, Javier Balza, mostró su 'más enérgica condena' y aseguró que la Ertzaintza no 'cederá lo más mínimo en su lucha contra la delincuencia terrorista'.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 16 de enero de 2001