La Oficina del Defensor del Soldado (ODS) presentó ayer a siete presuntos afectados por el síndrome de los Balcanes, cinco veteranos y los familiares de dos fallecidos. La única característica común a los primeros, según reconocieron, es que con ninguno se ha puesto en contacto Defensa para hacerles los anunciados análisis.
Uno de los casos más sólidos es el de Fernando Gordo, de 28 años, ya prácticamente curado de un linfoma de Hodking, que se le diagnosticó en abril de 1998, tras ser operado de un bulto en el cuello. Destinado en el regimiento de Ingenieros de Salamanca, estuvo en Bosnia en noviembre de 1996 y volvió entre agosto y diciembre de 1997. Al contrario que la mayoría de sus compañeros, no se limitó a permanecer en su destacamento, en el aeropuerto de Mostar, sino que se desplazó al monte Igman, cerca de Sarajevo, y a Gorazde, con militares franceses, para ayudarles a retirar una bomba de una tonelada sin estallar.
En septiembre, todavía en Bosnia, empezó a padeder intensos picores e insomnio, sin que las pruebas revelasen la causa. A su regreso a España, peregrinó por distintos dermatólogos que lo tratataron de eccemas de piel, hasta que en el Hospital Universitario de Salamanca le diagnosticaron su verdadera dolencia. Durante casi un año tuvo que someterse a tratamiento de quimioterapia y radioterapia y todavía debe pasar revisiones periódicoas. No ha recibido ninguna pensión o indemnización por parte de Defensa, que tampoco se hizo cargo de su asistencia sanitaria, ya que en mayo de 1998 abandonó las Fuerzas Armadas. 'Ni física ni mentalmente me encontraba con fuerzas para continuar', explica.
Aunque al menos otros tres veteranos han sido diagnosticados de linfoma de Hodking , Fernando se niega a que se le trate como una mera estadística. 'Yo no me considero el porcentaje que corresponde a esta enfermedad entre los soldados españoles de los Balcanes', afirma. La ODS admite que su lista de afectados puede ser discutible e incompleta, pero emplaza al Ministerio de Defensa, que hasta ahora se ha limitado a confirmar o negar estos datos, a que difunda la suya.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 16 de enero de 2001