Hoy se cumplen 10 años desde que el presidente Bush, padre del próximo inquilino de la Casa Blanca, dio la orden de ataque contra el régimen iraquí de Sadam Husein, que el 2 de agosto de 1991 había invadido Kuwait. Bajo mandato de Naciones Unidas, EE UU lideró una coalición internacional, en la que estaba integrada España, que liberó Kuwait y derrotó al Ejército iraquí el 28 de febrero de ese año, pero no derrocó a Sadam. La operación Tormenta del Desierto fue planificada desde el Pentágono por el general Colin Powell, futuro secretario de Estado norteamericano.
La guerra del Golfo vuelve a la actualidad porque fue allí donde EE UU estrenó la polémica munición de uranio empobrecido -casi un millón de proyectiles-, que fue relacionada después con el síndrome del Golfo y hoy con los casos de cáncer detectados en las tropas europeas en los Balcanes.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 16 de enero de 2001