La Xunta de Galicia sigue desbordada por la crisis de las vacas locas. Dos centenares de animales quedaron amontonados durante el fin de semana al aire libre junto a la incineradora de Sugasa, en Ourense, incapaz de eliminar todas las reses que le llegan. El nuevo consejero de Agricultura, Juan Miguel Diz, aseguró anoche que 'no volverá a ocurrir'.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 16 de enero de 2001