El grupo socialista de las Cortes solicitó ayer extender las pruebas de detección del mal de las vacas locas a todas las reses sacrificadas en mataderos -además de las fallecidas por causa natural- de más de 20 meses 'y no sólo a las que presentan signos neurológicos' de dicho mal, apuntó José Camarasa, portavoz de una comisión interdepartamental formada por el PSPV que integra a diputados de las áreas de Sanidad, Medio Ambiente, Consumo y Agricultura.
Esta medida supone 'elevar el listón de seguridad frente al riesgo' de aparición del mal de las vacas locas, al aplicar las pruebas a las reses sacrificadas de más de 20 meses, y no a las más de 30 como está establecido en la actualidad, 'ante la falta de garantías' de que la norma vigente al respecto sea totalmente efectiva.
Camarasa también reclamó que todo el control de las pruebas de detección sea 'público, efectivo y riguroso', y exigió un seguimiento de las reses desde su nacimiento hasta la venta al público. Además planteó la reutilización de los residuos como abono orgánico, tras un proceso de eliminación de toxinas prión de las harinas, como alternativa a la incineración en industrias cementeras, solución que se ha barajado hasta el momento.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 17 de enero de 2001