El día 18 de diciembre y en la oficina de Correos del Palacio de Justicia de Sevilla -sucursal 4- impuse un giro postal a favor de una sobrina residente en Madrid, como aguinaldo de Navidades.
Al transcurrir tales fechas sin recibir noticias de mi sobrina agradeciendo el envío, le telefoneé para preguntarle si lo había recibido, siendo su contestación negativa.
Me puse en contacto con la oficina expresada y se me facilitó un número de teléfono para averiguar la causa del retraso (el 900 506 070). El pasado lunes, 8 de enero, llamé a dicho número, donde el recepcionista de turno me atendió muy amablemente y me pidió le facilitase todos los datos del resguardo y mi número de teléfono para contactar conmigo.
Tres días después me llamaron diciéndome que habían efectuado la reclamación y volverían a llamarme para confirmarme la recepción del giro. El día 13 todavía no lo habían hecho y me consta que el giro, después de todo este tiempo, aún no ha llegado a su destino.
Correos, como España, dicen 'va bien'. Antes, cuando remitías un giro postal te daban el resguardo que figura en el impreso de imposición, donde se consignaba el nombre del destinatario y el importe y gastos, debidamente sellado. Ahora, te dan un simple recibo como el del supermercado, donde no figuran más datos que el código de la oficina, importe, tasas y derechos, sin consignar el nombre del destinatario, o sea, que con dicho recibo no puedes acreditar a quién lo has enviado.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 18 de enero de 2001