Las peores expectativas se cumplieron ayer para el Tau de Vitoria y el Estudiantes, que disputarán las eliminatorias por el título de la Euroliga de baloncesto frente a los rivales que menos deseaban. Los dos perdieron sus respectivos partidos en la última jornada de la liguilla y se enfrentarán en los octavos de final contra dos equipos en racha y con el factor cancha en contra. En caso de se haga necesario un desempate, ese tercer partido se disputaría en la pista de sus adversarios. El Tau se medirá con el Peristeri, líder de la Liga griega con 12 victorias y ninguna derrota. El Estudiantes no lo tendrá mejor: se enfrentará al Kinder de Bolonia.
El Tau habría encontrado un contrincante más débil si hubiera ganado en Atenas, en la cancha del AEK, su más directo rival en el Grupo B. Pero cayó por 64-52 en un choque en el que nadie ofreció el juego esperado. Los dos cuadros encadenaron errores en un choque lamentable y, al final, ganó el que menos fallos cometió en el último periodo, el AEK. El Tau terminó con unas estadísticas paupérrimas. Un ejemplo: no anotó ningún triple en 13 lanzamientos.
El Estudiantes tenía perdido de antemano el factor cancha. Su única duda era su rival en los octavos. Pero perdió en Lugano por 77-76 frente al adversario más sencillo del Grupo A y no pudo evitar al Kinder.
El Estudiantes podría haber forzado la prórroga si Azofra no hubiera cometido una falta a cinco segundos del final.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 18 de enero de 2001