A Brad Pitt no le gusta la palabra 'matrimonio' para referirse al compromiso que le une con la actriz de Friends Jennifer Aniston: 'Hemos hecho un pacto... a ver a dónde nos lleva', dice el actor en referencia a la relación ('La aventura', la llama él) con su esposa. Pitt, de 37 años -vapuleado sistemáticamente por los periodistas a los que concede entrevistas, que, movidos posiblemente por la envidia, siempre destacan su legendaria escasez intelectual por encima de sus virtudes profesionales-, hablará por primera vez de su boda en el próximo número de la revista Details. Sobre la ceremonia, celebrada el pasado mes de julio en una playa californiana, asegura: 'Fue una de las cosas más molonas a las que he ido en vida'. También ha relatado que su mujer le convenció para que dejara de obsesionarse con los fotógrafos que trataban de conseguir imágenes desde helicópteros, y para los que había solicitado a las autoridades de aviación que cerrasen el espacio aéreo, petición que fue rechazada. El protagonista de Snatch asegura que no quiere tener hijos porque es muy egoísta, y sobre su novia anterior, Gwyneth Paltrow, se limita a decir que pertenece al pasado. Considerado por la revista People como el hombre más sexy del mundo, Pitt desilusionó doblemente a quienes suspiran por él: primero, con su boda, y después, al afirmar en público que la única diferencia entre estar casado o no con Jennifer Anniston 'es que ahora me puedo tirar pedos en la cama delante de ella'.-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 19 de enero de 2001