Entre los compromisos adquiridos por la Consejería de Sanidad en los presupuestos para el año 2000 se incluía una línea para elaborar 'encuestas seriadas de satisfacción de la atención recibida y de opinión del sistema sanitario'. Este proyecto estaba englobado en el programa de análisis y evaluación de la atención al paciente, de la dirección general para la Atención al Paciente, y el objetivo era 'conocer la opinión del paciente sobre su percepción de la calidad del servicio recibido'.
Pese a su inclusión entre los objetivos presupuestarios, finalmente las encuestas no se han llevado a cabo, como reconoce el propio departamento a cuyo frente se encuentra Serafín Castellano, en una respuesta parlamentaria remitida a una petición de información solicitada por el diputado socialista José Camarasa. Sanidad apunta que las encuestas se han sustituido por 'estudios de índices de satisfacción' que Sanidad realiza 'de forma periódica', una situación que en el escrito se atribuye a 'la búsqueda de una mejora en la prestación asistencial'. Sin embargo, el escrito no sólo admite que no se han llevado adelante las encuestas en beneficio de los anteriores 'estudios de satisfacción', cuyo contenido no desvela; también niega al PSPV tener acceso a estos estudios ya que 'estas múltiples prospecciones pertenecen a los centros y son, por tanto, utilizados por ellos en su aplicación interna'. Finalmente, la consejería remite a una encuesta hospitalaria sobre Utilización de recursos y características de los pacientes VIH/Sida en la Comunidad, correspondiente a 1999, un texto que, como destaca Camarasa, ni pertenece a la misma dirección general ni a opinión de pacientes, ni al año 2000. El diputado socialista señaló ayer que respuestas como las realizadas por Sanidad 'demuestran una vez más la falta de voluntad de cumplir con los compromisos presupuestarios'. Camarasa se preguntó también qué es lo que se ha hecho en la dirección general de Atención al Paciente si no elabora encuestas para saber la opinión del trato recibido, y cuestionó las afirmaciones a las que repetidamente alude el Consell y que defienden el alto grado de satisfacción de los pacientes.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 19 de enero de 2001