El Gobierno español y el comisario de derechos humanos del Consejo de Europa, el español Álvaro Gil-Robles, se han puesto finalmente de acuerdo para que este último realice el próximo mes de febrero una visita al País Vasco y a Madrid, a fin de conocer sobre el terreno la incidencia del fenómeno del terrorismo sobre el respeto de los derechos humanos. La visita a Euskadi está prevista para los días 5 y 6 y la de Madrid para los días 7 y 8.
Gil-Robles, que en noviembre último consideró que el Ministerio de Asuntos Exteriores español bloqueaba su propuesta de visita al País Vasco, confirmó ayer a este periódico desde Estrasburgo que 'la visita se ha desbloqueado totalmente'. El embajador español ante el Consejo de Europa, Guillermo Kirpatrick, comunicó a Gil-Robles el jueves pasado la conformidad del Gobierno español y el comisario europeo fijó las fechas definitivas.
'Deseo ver a todo el mundo'
Preguntado sobre el objetivo de su visita, Gil-Robles explicó su voluntad de 'tomar contacto con las instituciones y organizaciones de derechos humanos para conocer el respeto efectivo de los mismos, a la vista del fenómeno del terrorismo que padece ese territorio'. Respecto a sus concretos interlocutores, el comisario europeo de derechos humanos manifestó: 'Yo deseo ver a todo el mundo'.
Gil-Robles descarta, sin embargo, entrevistarse con miembros de ETA, HB o EH, ya que, aparte de su deseo prioritario de obtener información sobre el respeto a los derechos humanos cerca de los Gobiernos del País Vasco y de España, su propósito de dialogar con otros sectores se circunscribe a 'gente demócrata', en palabras del comisario europeo de derechos humanos. Gil-Robles quiere saber qué uso hacen de sus competencias policiales las instituciones oficiales encargadas de velar por ellos.
La posibilidad de que en su visita a Euskadi reciba a los familiares de los presos vascos no quiso desvelarla ayer Gil-Robles, quien se amparó en que el programa del viaje no quedará ultimado hasta la semana próxima. 'No sé todavía cómo va a quedar el programa, pero yo quiero ver a todo el mundo', insistió.
La conformidad del Gobierno español a la visita del comisario europeo de derechos humanos ha sido recibida con satisfacción por Gil-Robles, quien en noviembre manifestó su asombro ante las reticencias oficiosas que se le habían hecho en el sentido de que su viaje pudiera 'ser instrumentalizado electoralmente'.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 20 de enero de 2001