El líder de Unió Democràtica, Josep Antoni Duran Lleida, se despachó ayer a gusto contra Jordi Pujol ante el consejo nacional de los democristianos, tras la tormenta desatada por el nombramiento de Artur Mas como conseller en cap del Gobierno. Los reproches contra Pujol fueron continuos: le acusó de haberle engañado y de haberse aprovechado de la debilidad política de Unió a raíz del caso Pallerols. Fuentes de la cúpula de UDC dan como segura la marcha de Duran del Ejecutivo, aunque éste no despejó ayer las dudas sobre su futuro.
El consejo nacional también eligió, casi por práctica unanimidad, a Núria de Gispert nueva presidenta del partido.
En la misma reunión se aprobó la expulsión del militante Josep Vergés, que ya estaba expedientado por sus continuas denuncias públicas de corrupción por el caso Pallerols. La expulsión obtuvo el respaldo del 89% del consejo a pesar de que los representantes del sector crítico reclamaron que fuese reconsiderada por entender que denunciar la corrupción dentro de los partidos es un deber democrático y que debe respetarse la libertad de expresión. No obstante, la mayoría de dirigentes defendió la expulsión por entender que Vergés ha denunciado 'sin pruebas' a militantes de su propio partido.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 21 de enero de 2001