El estudio, dirigido por el catedrático de Educación Especial Amando Vega, señala que el principal fallo en la prevención reside en que el Departamento de Educación no ha asumido la educación para la salud en el proyecto educativo de los centros, tal y como se prevé en la filosofía de la Ley de drogodependencias. Aunque la investigación se limitó a Guipúzcoa, sus autores aseguran que marca las tendencias de la comunidad educativa en todo el País Vasco.
Vega cree que el cambio legal no ha sido seguido por un cambio de mentalidad de Educación, los ayuntamientos y los propios centros. Sin embargo, los profesores aceptan de forma positiva la integración de la educación sobre drogas en el proyecto educativo del centro.
Las carencias no se limitan a que cerca de un 80% de los docentes no se enfrenten en clase o no lo hagan de forma sistemática a la prevención contra el consumo de drogas. Además, el sistema educativo vasco adolece de una mala coordinación de recursos y de falta de formación a los profesores para la prevención. El 58% de los docentes no ha participado en actividades formativas específicas sobre prevención y el 28% lo hizo en pocas ocasiones.Tan sólo el 2% del profesorado se considera 'suficientemente formado' y uno de cada cuatro encuestados dice poseer 'cierta información'.
De la actitud de los propios centros, el estudio no deja lugar a dudas. 'Los centros no acaban de asumir en su proyecto las cuestiones relacionadas con las drogas. Se sigue interpretando su problemática como una cuestión personal', afirma. En general domina una acción puntual, frente a un trabajo sistemático.
Respecto a los Centros de Orientación Pedagógicos (COP), pertenecientes al Departamento de Educación, el estudio asegura que no han asumido su compromiso educativo contra las drogas, a pesar de que su misión es formar a los profesores.
Los autores de la investigación subrayan que hay centros de primaria 'sensibles' con esta cuestión.Por el contrario, en secundaria se empiezan a plantear estos temas ahora, debido a la presión social y a la sensibilización provocada por la reforma educativa. Vega defiende una profunda y urgente reflexión en los centros educativos para comprender la problemática de las drogas en su relación con la escuela. 'Habrá que superar el modelo de improvisación, coordinar esfuerzos y dotar de recursos y formación para llevar a cabo una correcta educación para la salud', concluye.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 21 de enero de 2001