Un nuevo número de la revista Ciberp@ís Mensual llegará a los quioscos el próximo jueves con un tema que preocupa a la industria del software y que tiene consecuencias para la innovación: la protección de los programas informáticos a través de la patente. En Estados Unidos está admitida la patente de software, mientras que en Europa, no. Quienes defienden que Europa, como apoya la Oficina Europea de Patentes de Múnich, ha de homologarse con los criterios norteamericanos consideran que si no se admite la patente de programas se frena la inversión innovadora porque las compañías están más desprotegidas en la explotación del invento. De hecho hay firmas europeas que patentan sus programas en los EEUU y la citada oficina ya ha admitido unas 15.000.
Quienes se oponen a que Europa introduzca la patente aseguran que el registro de programas informáticos es muy complejo (hay que analizar la novedad en miles o millones de líneas de código), lo que comporta una multiplicación de los litigios y que ello supondría el hundimiento de la pequeña y mediana empresa europea. En todo el mundo, el software está protegido por la Ley de Propiedad Intelectual. La duda es si esta protección resulta suficiente. La revista entrevista a Manuel Desantes, futuro vicepresidente de Relaciones Internacionales de la Oficina Europea de Patentes. La Unión Europea, al margen de este debate, prepara una directiva para introducir la patente comunitaria -para favorecer la libre circulación de mercancías en la Unión-, que se añadiría a las patentes ya existentes en Europa: las nacionales y la citada europea.
La revista también describe la basura espacial que ha generado la investigación espacial. El cúmulo de objetos y satélites abandonados es tal que la Administración norteamericana ha contratado a IBM un superordenador para controlar su existencia.
Una entrevista a Michael Mandel, analista económico cuyo libro auguró la crisis del .com o la emergencia de compañías de software, son otros de los temas tratados.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 21 de enero de 2001