¿Es justa la Justicia? Me pregunto, al igual que se preguntan muchos ciudadanos que han sufrido, directa o indirectamente, una situación parecida a ésta:
A primeros de diciembre, el señor N. A. B. cometió unos hechos consistentes en atropello de un vecino de Sorihuela del Guadalimar, que falleció pocos días después a consecuencia de las heridas causadas, y apuñalamiento de otro vecino de Camporredondo, provocándole heridas graves. Caso que fue emitido por diversas televisiones y publicado en diferentes diarios regionales.
No soy un erudito en las leyes penales y judiciales pero mis modestos conocimientos del Código Penal me bastan para saber que estos hechos mencionados se catalogan en la Ley de Enjuiciamiento Criminal como delitos y, en este caso concreto, sería un delito de homicidio consumado y un delito de homicidio frustrado. Teniendo en cuenta además los múltiples antecedentes penales que arrastra el presunto agresor, no entiendo cómo desde el día 22 de diciembre se halla en libertad en esta tranquila aldea.
¿Acaso esto no es una provocación para los vecinos y, no digamos ya, para los familiares de las víctimas?
Creo que situaciones como ésta ponen de manifiesto la injusticia de la Justicia.
Quiero apelar al sentido común de los jueces y magistrados de Jaén, que se metan en la piel de esos familiares de las víctimas y si sienten lo que creo que deben sentir, rectifiquen su resolución porque, sin duda, si volviera a suceder un caso parecido en el que estuviera implicado, directa o indirectamente, el señor N. A. B. sus señorías serían los responsables morales ante todos los ciudadanos.
De reciente actualidad es el caso de las dos menores que han asesinado a una amiga, de la presunta asesina de Rocío Wanninkhof de Fuengirola, etcétera, por poner algunos ejemplos. Todas ellas permanecerían en prisión preventiva hasta que se celebrase el juicio, si no fuera por la puesta en vigor de la Ley del Menor. Si estas presuntas asesinas están en prisión preventiva, aún con menos delitos y sin ningún antecedente, por qué el señor N. A. B. está en libertad.
¿Qué tiene que pasar en este país para que la Justicia ejerza su poder igualitariamente, para los mismos casos, de una manera sensata y justa?
Ya que la Justicia emana del pueblo, alguien debería hacer algo para que el pueblo no se sienta sorprendido y decepcionado con estas resoluciones judiciales.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 22 de enero de 2001