'Ya terminamos y ahora sí que pedimos una señal de aquel lado para que se reinicie el diálogo', declaró el jefe de Gobierno en el programa de radio Fox en vivo, Fox contigo. 'Además, deberá ser un diálogo con sustancia, en serio, para una resolución'. El diálogo de paz en Chiapas quedó suspendido en 1996, durante el Gobierno de Enesto Zedillo (1994-diciembre de 2000), después de que los zapatistas abandonaran las negociaciones acusando al Ejecutivo de haber incumplido los compromisos adquiridos en los acuerdos de San Andrés sobre derechos y culturas indígenas, firmados aquel año por delegados oficiales y del EZLN.
Dos días después de su investidura, el 1 de diciembre del año pasado, Fox envió al Congreso, sin correcciones, el proyecto de ley redactado entonces por la parlamentaria Comisión de Concordia y Pacificación (Cocopa) con el desarrollo de los acuerdos. Paralelamente, procedió al progresivo levantamiento de campamentos castrenses y al repliegue de las tropas acantonadas en zonas de influencia zapatista a partir de la insurrección de enero de 1994. Un total de 17 presos del EZLN, de los cerca de cien encarcelados, fueron puestos en libertad. El Ejecutivo proyectaba nuevas retiradas de tropas.
La anunciada marcha de Marcos, con pasamontañas, por 10 de los 31 Estados de México, con destino final en el Congreso de Ciudad de México, ha sido protestada por las organizaciones patronales y por parlamentarios del nuevo partido gubernamental, el conservador Partido de Acción Nacional (PAN), y del que lo fuera durante 71 años, el Partido Revolucionario Institucional (PRI). 'Yo no negocio con encapuchados', anticipó Diego Fernández de Cevallos, jefe del grupo panista en el Senado.
La reacción empresarial, sin embargo, preocupa más a un Gobierno abocado al desarrollo económico para poder disponer de fondos contra la pobreza. 'No se puede dar, dar y dar sin recibir respuesta', advirtió Claudio X. González, presidente del Consejo Coordinador Empresarial. Raúl Picard del Prado, portavoz de la patronal de industriales Canacintra, informó sobre la reunión con el presidente. 'Le manifestamos que no es posible que se le permita marchar sobre la ciudad de México porque esto puede ocasionar problemas serios que podrían salirse de control', declaró Picard.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 22 de enero de 2001