Cecoma y Unipyme, que aseguran representar al 90% del mediano comercio en Madrid, aseguran que los puestos mayoristas de Mercamadrid se sumarán también al cierre, así como los 52 mercados municipales de la capital y cerca de 140 galerías de alimentación. Estas asociaciones sostienen que supermercados como Caprabo y Alcosto apoyarán también el paro, así como varias asociaciones de bares y salas de copas. Cerca de 220.000 personas están empleadas en el sector comercial en la Comunidad, el 95% de ellas en pequeños y medianos establecimientos (menos de 2.500 metros cuadrados de superficie).
El consejero de Economía, Luis Blázquez, anunció el pasado noviembre que a partir de este año serán 18, y no 14, los domingos y los festivos en los que se permitirá la actividad comercial. Blázquez rompía así con el pacto suscrito un año antes entre Ejecutivo, patronal y sindicatos en el que todos acordaron limitar a 14 esas jornadas y no realizar ninguna modificación sin consenso previo. Según propuso Economía y aprobó después el Consejo de Gobierno, los establecimientos de la región podrán abrir sus puertas todos los domingos de agosto 'para atraer turistas'.
La decisión provocó la reacción inmediata de sindicatos y pequeños empresarios, que consideran que esta medida favorecerá sólo a las grandes superficies, las que se pueden permitir abrir en agosto sin sufrir pérdidas. Los representantes sociales acordaron entonces convocar un cierre patronal y una huelga de trabajadores para hoy. UGT y CC OO, sin embargo, se descolgaron de la convocatoria hace diez días, aduciendo que Blázquez les había prometido elaborar un plan para crear 24.000 nuevos empleos en el comercio en ese mes de agosto, una promesa que las asociaciones de pequeños comerciantes tachan de 'imposible'.
'El comercio se la juega'
Guillermo Marcos, portavoz de Unipyme, aseguró a Europa Press que el pequeño comercio 'se la juega mañana [por hoy]'. Marcos precisó: 'Hay libertad total y absoluta'. El cierre empezará a producirse, según sus cálculos, a partir de las 5.30 de la mañana en Mercamadrid. 'Las grandes superficies ya han anunciado que no irán a comprar', señaló el portavoz de Unipyme, que considera que el sector más concienciado es el de regalos y moda, 'porque ha sido uno de los sectores más perjudicados y que más puestos de trabajo ha perdido'.
La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) reiteró su rechazo a la convocatoria de cierre. Según José María Múgica, portavoz de la OCU, el decreto no obliga a nadie a abrir, sino que 'lo que establece, por el contrario, es la libertad de horario para abrir si el comerciante lo considera oportuno, en función de los intereses que tiene con sus clientes'. Múgica cree que el cierre no afectará a los usuarios, 'pero servirá para que los consumidores tomen nota de quiénes respetan sus derechos y quiénes no'.
El concejal del PSOE en el Ayuntamiento de Madrid, Joaquín García Pontes, pidió a la Consejería de Economía que retire el decreto. Considera que es 'una medida intervencionista del mercado', dirigida a beneficiar a unas pocas cadenas de distribución, 'básicamente multinacionales'.
Rafael Bris, de la Federación de Comercio de UGT, considera 'un error' el cierre. 'Es quemar las naves', aseguró.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 22 de enero de 2001