La operadora de telefonía France Télécom recibió ayer una fría respuesta de la Bolsa tras anunciar que sacará al mercado entre un 13% y un 15% de Orange, su filial de telefonía móvil, más una emisión de obligaciones convertibles en acciones de Orange, todo lo cual espera que le reporte entre 11.200 y 12.900 millones de euros (entre 1,9 y 2,1 billones de pesetas). France Télécom cayó un 1,1% en París.
Los analistas se dividieron respecto al éxito que cabe esperar de esta colocación, habida cuenta del clima de desconfianza actual hacia los valores tecnológicos, que puede compensarse con el atractivo del precio de salida, notablemente revisado a la baja. Oscilará entre los 11,5 y los 13,5 euros por acción. La operación valora la totalidad de Orange entre 55.200 y 64.800 millones de euros (9 y 10 billones de pesetas).
El operador francés de telecomunicaciones compró Orange el año pasado al británico Vodafone por 50.000 millones de euros (8,3 billones de pesetas), un precio juzgado excesivo a la luz de la evolución de este sector, que obliga a la compañía a arrastrar una deuda valorada en unos 60.000 millones de euros (9,9 billones de pesetas). Pero el grupo francés ha optado por salir a Bolsa porque debe adquirir la parte de su capital (9,9%) que está aún en poder de Vodafone antes del 31 de marzo. Las acciones, cuya colocación comienza hoy, empezarán a cotizar el 12 de febrero.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 23 de enero de 2001